domingo, 25 de enero de 2009

Querido 2009

QUERIDO 2009
Margarita Robleda Moguel

¡Bienvenido! Como seguramente ya sabes, la gente está muy preocupada con tu llegada. Las noticias y rumores dicen que vienes “horripilante”. El tucho, el coco y la mano peluda se quedan chicos frente a tu poder desestabilizador. Bueno, hasta la abuelita de Chucky resulta Caperucita Roja comparada contigo.
Y yo, como ya perdí la inocencia, en lugar de preocuparme intento ocuparme; trato de analizar para entender; buscar respuestas, seguir preguntando, participar.
Estoy confundida. Puedo entender que las empresas y los dueños del dinero quieran ganar. Lo que no me cabe en la cabeza es que con tanto dinero no tengan un asesor visionario que los cuestione: “Oye, ¿A dónde piensas ir a gastártelo? ¿A otro país? ¿Cuál te gusta? ¿A otro planeta?”
Sigo preguntando. ¿A dónde irán los miles de empleados que echan a las calles las empresas para preparar tu llegada? Seguramente lo hicieron sin razonarlo demasiado, siguiendo, al pie de la letra, el librito de los gurús de Wall Street. Ese que dice: negocio es negocio y lo que le toca al hombre de éxito es proteger sus canicas a costa de lo que sea. Basta leer el Diario, para saber a dónde llegaron ellos con esa manera de pensar.
Esas empresas que andan haciendo recortes para no salir raspadas… no alcanzan vislumbrar que estamos en el mismo barco; que existen una gran infinidad de matices entre el blanco y el negro. Que si bien es cierto que como empresarios es comprensible que aspiren a ganar, ese ganar no tendría que medirse únicamente en la cantidad de dineros que acumulan en las cuentas bancarias de sus paraísos fiscales; la ganancia también tendría que cuantificarse por la calidad de vida de la comunidad que habitan. La paz como fruto de la justicia: la libertad.
¿De que nos sirve tener nuestros libros en números en negro si las calles están en rojo? Las empresas que cercenan su planta laboral no toman en cuenta a sus posibles consumidores y, a final de cuentas, las medidas serán en contra de ellas mismas.
¿Qué pasa si en lugar de ganar ganar, a costa de lo que sea, ganamos todos manteniendo al país en movimiento? Con honestidad y compromiso cada quien en su trinchera. La parálisis no nos llevará a ninguna parte; el movimiento, en cambio, nos mantendrá vivos; nos permitirá fortalecernos de la crisis; y en la resilencia, crecer.
¿De qué nos sirven las graficas exitosas en un país destruido por el desempleo y la violencia; desunido y a la deriva? Campo fértil, a la larga y a la corta, para todo tipo de desordenes que luego… ¿Quién podrá detener?
¿Ganar para perder? ¿Perder para ganar? ¿Qué pasa si un par de años no tenemos las ganancias que acostumbramos? ¿Si nos mueven de lugar en la lista de Forbes? ¿Si gracias a ello mantenemos el barco a flote? ¿Si sobrevivimos? ¿Si creamos esperanza y unión en lugar de tanto egoísmo y desaliento? ¿Si tejemos alianzas solidarias, de verdad, sin tanto bla, bla? ¿Si promovemos la trasparencia y buscamos el bien común?
¿Cómo mandar el mensaje, querido 2009, de que sólo juntos, ¡Xuxes! Comprometidos y solidarios saldremos adelante?
El Planeta, el Continente Americano, México, Yucatán, mi comunidad, mi familia y yo merecemos mucho más que esta prisa, estas ansias por tener, esta frivolidad de casino, este “ahí se va”; tanta basura, tantas mentiras, tanta falta de compromiso; tantos derechos humanos sin humanos derechos; esta insatisfacción, estos miedos, estas tristezas.
Bienvenido seas 2009, tu llegada renueva mi esperanza de que, quizás, aun estemos a tiempo de cambiar, de recuperar nuestra esencia humana. ¡Borrón y cuenta nueva! El año se presenta nuevecito para escribir nuestra historia. Las palabras claves tendrían que ser: nosotros, juntos, todos; reducir, reparar y reciclar; convivir, compartir, aprender, planear, comprometerse y disfrutar.
Entonces sí, feliz 2009.
margarita_robleda@yahoo.com

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