Una de las presentaciones fue en la Casa de la cultura Bolivar que se encuentra en lo que ellos llaman "el Corralito", o sea el conjunto amurallado; a esa presentación fueron, ademas de los niños, personas interesadas en el tema o con la curiosidad que promovieron una gran cantidad de entrevistas que me hicieron en Bogotá, promovidas por la editorial a través de los periódicos y la televisión. Otras dos presentaciones fueron en los barrios, lejos del oropel turístico: en la realidad en la que viven la mayoría de nuestras ciudades de America Latina. Ahí, compartí la risa, canté y conté cuentos para los niños y las niñas de las Casas de la Cultura de Juan de Dios Amador en el barrio Bostón y en las Palmeras. La verdad, es que la realidad nos atropella. Vivimos tiempos extraños dónde nadie se salva, pero por un ratito, por un instante perdido en el tiempo, estos niños y yo, nos compartimos la risa y el gozo, juntos nos zurcimos la esperanza unos a otros. Mi objetivo: decirles que el menú es un poquito más amplio. El de ellos y ellas vivir un ratito la infancia.
¡Maravilla marabey! Disfruté muchisimo el viaje y cómo pilón, compañeros de viaje de lujo: Conrado Zuloaga, especialista en García Márquez me compartió el banquete de la magia de Cartagena a través de las historias del Gabo y Michi Pelaez, ilustradora, despertó mi deseo de conocer Cali y el inmenso y desconocido campo colombiano.
Gracias Panamericana, gracias Hay Festival, gracias a quien tenga que dárselas. Gracias a Dios, gracias a la Vida... ¡Gracias, gracias!
TODOS LOS NIÑOS SON NUESTROS
TODOS LOS NIÑOS SON NUESTROS
Margarita Robleda
Todos los niños
son nuestros:
los de chocolate,
los de vainilla,
los de guanábana
y los de limón.
Todas sus preguntas
son nuestras:
las de la tierra,
las del cielo,
y las del fondo
de su corazón.
Todos sus miedos
son nuestros:
sobre el mañana,
sobre lo oscuro,
sobre la muerte,
la soledad y el dolor.
Todas sus risas
son nuestras:
las de su inteligencia,
las de su sorpresa,
las del gozo de saberse
vivos, vivas, hoy.
Todos los niños
y las niñas
son nuestros;