sábado, 1 de noviembre de 2008

Parece que fue ayer

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PARECE QUE FUE AYER

Margarita Robleda Moguel

“Parece que fue ayer…” canta Manzanero, con quien por cierto, compartí avión rumbo a Guayaquil Ecuador la pasada semana. Vaya, me dije al verlo, dos yucatecos, ensanchando territorios para compartir nuestra cultura.
Si, parece que fue ayer, pero no. Este año se cumplen 30 años de aquel “Mundo de Cristal” y “El mundo de Margarita y Chavita” series de televisión que se proyectaron en el canal 3 de Mérida, en 1978 y 1979 con las canciones y presencia de la de la voz.
En ese entonces, el canal local tenía todas la de ganar. No existía cable, o sea que todos los domingos, a las 9:30 de la mañana, los niños y las niñas de Mérida tenían una cita con una amiga que les mandaba besos de rana, les cantaba con su guitarra Chavita: El gusanito, El caracol, la tortuga y La ranita, entre otros. Los invitaba a hacer sus juguetes con material de desperdicio, a reconocer el trabajo de las personas, en la sección “Oficios del hombre”; a conocer su ciudad, a investigar cómo se hacían las cosas y a disfrutar la imaginación.
La respuesta generosa de los niños y las niñas me quitó el tapete: si realmente me importaban esos pequeños, tenía que importarme de qué se alimentaba su estomago, su cerebro, su corazón. No me quedó de otra, tuve que optar y desde entonces soy: CEPPE: “Cantante Esquinera y Parquera, por Elección”. Ningún producto es lo suficientemente bueno para avalarlo, ningún dinero suficiente para vender la palabra.
De cuando en cuando conozco viejos amigos que me dicen: “Crecí con tus canciones”. Historias conmovedoras, como aquella señora que me platicó, alguna vez que cante en la concha del Parque de las Américas: “Yo te veía siempre en la tele. Mi mamá se murió en esos días, pero tu me consolabas cada domingo”. O la de una enfermera que conocí en un hospital de México que me contó que sus hijos siempre me “gustaban”. Que su niña tuvo un accidente y entró en estado de coma; que su tío le compro mi disco de canciones y le dijo: “mira chiquita, aquí está el disco de Margarita y Chavita, si no despiertas, se lo doy a tu hermanito…” Y, ¡despertó!
Hace unos días acompañe a mi amiga Beatriz Castilla para cantarle a sus amiguitas que llegan del interior del estado para sus terapias. Mi sorpresa fue que al comenzar a cantar, llegaron enfermeras y personal de intendencia a decirme: “yo crecí con esas canciones”. Sus comentarios me impulsaron a festejar este 30 aniversario. Me acerqué al Director del Instituto de Cultura del Estado, Renán Guillermo y le dije: Quisiera un espacio dentro del Otoño Cultural para festejar los primeros 30 años de cantarle a los niños y a las niñas. Me gustaría un teatro pequeño para convivir con mis niños de entonces y otro día, un espacio más grande, para que me lleven a sus hijos y nietos. ¡Bienvenida! -me respondió Renán. Esta es tu casa.
Así pues, si tú eres de aquellos, corre la voz. El martes 28 de octubre, a las 8 de la noche, en el cine Mérida, nos reuniremos a recordar. Después, el domingo 1 de noviembre, en el Teatro Daniel Ayala, a las 12 del día, llévame a tus chiquitos y chiquitas, para compartir con ellos las risas que un día te hicieron cantar.
Ayúdame. ¿Tienes algún video de aquellos programas? Por favor dame una copia para compartirles la noche del martes.
Desde mi habitación de hotel de Antigua Guatemala, después de una día lleno de sorpresas con niños y maestros de estos lares, agradezco a Dios y a la vida la posibilidad de encontrarme contigo: uno o una de aquellos niños y niñas, que marcaron mi destino y le dieron sentido a mi vida.

Antigua, Guatemala
margarita_robleda@yahoo.com

Los viajes ilustran




MÉRIDA - Opinión. 16/09/2008

La violencia no es gratuita

Los viajes ilustran

Por Margarita Robleda Moguel

Viajar es salir al encuentro de otros mundos, es abrir ventanas y la posibilidad de asomarnos de puntitas a otras vidas: qué comen, cómo viven, festejan y arreglan sus diferencias. No se puede regresar igual después de un viaje, de la misma manera que no se puede permanecer el mismo después de leer un libro o de conversar de corazón a corazón.Este septiembre, la cosecha de 30 años de caminos me ha organizado un itinerario muy variado. Comencé en Nueva Jersey, con un taller para maestros bilingües. Éstos tenían cara de junio, con el peso del año cursado, en lugar de la de septiembre, después de un rico descanso y el entusiasmo del inicio de año. Percibí las divisiones entre países y la tristeza de un sueño americano venido a menos. “¡Mi vida! —me dije—, éstos son los que van a recibir a nuestros niños y niñas en su llegada a estas tierras”.El taller comenzó con la invitación a ponernos en los zapatos de los chiquitos. “Ya estás aquí. ¿Alguien te preguntó? ¿Te pidieron opinión? Escribe el nombre de cinco personas o cosas que más te dolió dejar...”.Cuando perdemos de vista la meta, comenzamos a ver los obstáculos. Este sencillo ejercicio, transformó el ambiente de los 60 maestros y maestras que nos encontrábamos en el salón. Los conectó a su propio dolor de dejar a ¿su gato?, a su abuelita, al señor que vendía paletas de limón en la esquina de su casa. Se diluyeron las fronteras, se hermanaron nuevamente, se tejieron puentes de empatía entre ellos y con los niños y las niñas próximos a llegar a sus salones de clase. Se recuperó el sentido del quehacer.Pensé en nuestra tierra tan dividida por las clases sociales, por las simpatías políticas, aun en los mismos partidos; por los juicios y las sentencias al otro, al diferente. Me pregunté si seríamos capaces de ponernos en los zapatos del otro. Ese que está matando sin ton ni son... ¿qué nos dice? Está vomitando a diestra y siniestra su dolor. ¿Cuál es mi cuota? Porque, según lo veo, esta violencia que estamos viviendo es sólo consecuencia de lo que hemos hecho y, también, de lo que dejamos de hacer, de lo que permitimos.En este momento, la programación de septiembre me trajo a la XI Feria del Libro de Saltillo, Coahuila. Durante toda la semana, los habitantes de esta comarca tendrán oportunidad de conocer a autores de primer nivel: conferencias, talleres, presentaciones de libros y espectáculos para todos los gustos.Los autores coahuilenses tienen un espacio especial para presentar ante propios y extraños sus propuestas. Alejo Carpentier es el festejado, por lo que todos los días diversos especialistas ahondaran en su obra.Sí, los viajes ilustran. En los Estados Unidos me enteré de que el alcalde de la ciudad de Detroit, se va a la cárcel por faltar a la verdad. La Cámara de Comercio de esa ciudad, presionó diciendo que: “Quién va a querer invertir en una ciudad en la que no se tiene confianza”. A otro señor, por andar comprando favores de los senadores en beneficios de empresas, le dieron seis años.La violencia no es gratuita ni se soluciona con rifles ni más cárceles. ¿Cuántos de los hampones que hoy nos aterrorizan únicamente disfrutan de la impunidad que, de una manera u otra, hemos permitido y organizado nosotros? Si bien es cierto que hay que consignarlos a ellos y a sus jefes, también es verdad que para luchar contra la violencia necesitamos más escuelas con maestros y maestras mejor capacitados y comprometidos para ponerse en los zapatos de sus alumnos; invertir más en espacios deportivos y culturales, bibliotecas, ferias de libros, como fiesta de los amigos. Fortalecer programas como “Coraza Juvenil”, más allá de la firma de convenios. Reconocer nuestra parte del pastel.Por lo pronto, después de esta brincadera que me falta del mes de septiembre: Guayaquil, Ecuador y Guatemala, estoy encantada porque tengo una cita con los niños y las niñas a los que les canté hace 30 años en el “Mundo de Margarita y Chavita”, dentro del Otoño Cultural de octubre, en mi Mérida amada, para cantar y seguir reflexionando de qué se trata todo este xek.—
Saltillo, Coahuila.
margarita_robleda@yahoo.com

Los otros derechos de los niños y de las niñas II

Este árticulo no se publicó... te lo comparto desde aqui.

YA ENCARRILADA…

Otros derechos de los niños y las niñas II
Margarita Robleda Moguel

Abro los ojos, observo y me pregunto: ¿tendremos todos la vocación de procrear? En mi caso, reconozco que soy una tía maravillosa que regala preguntas, horizontes, apoyos y confidencias. ¿Pero mamá? No lo creo. Mis curiosidades e inquietudes me llevan por los mil y un caminos. No tengo la capacidad ni los talentos inherentes a semejante especialidad. Así pues, me pregunto. ¿No tendría que ser un derecho para los niños y las niñas que sus papás se preguntaran alguna vez: tengo vocación de padre, de madre? “Caras vemos, gritos y sombrerazos a los hijos y a las hijas, no sabemos.” El registro civil, tendría que pedir por ley, junto con la prueba de sangre, un papel donde diga que los valientes que decidieron salir de su “mi, me, conmigo”, para apoyarse y crecer juntos, participaron en un curso de cuestionamiento profundo sobre su vocación paterna, maternal.
La otra sería, cuando la mujer va a su clínica para confirmar que va a tener un bebé; parte del servicio tendría que ser, otro papelito que diga que la futura mamá ya sabe que no debe darle a su bebe refresco de cola en su mamila, alimentarlo con sopas marchuchas y frituras… que los niños necesitan que les hablen, que les canten, que los arrullen y fortalezcan en el orgullo de sus raíces.
¿Dónde quedaron “tortitas de manteca para mamá que está contenta, tortitas de maíz, para papá que está feliz?” ¿Cuál es la prisa de que camine? Déjalo gatear; deja que se fortalezcan sus músculos, el sentido del equilibrio, la orientación; que aprenda a conocer el instrumento más extraordinario para conocer el mundo: su cuerpo.
Y cuando llega el momento de llevarlo al Centro de desarrollo Infantil… ¿no sería bueno que los padres firmaran un compromiso de asistir a Escuela para padres? Para muchas cosas nos preparamos menos para serlo. Ese tendría que ser un derecho de los niños y niñas, una liberación para los padres, que a final de cuentas, no saben qué hacer con sus hijos.
Los jardines de niños públicos y los privados tienen un viejo jaloneo. Los padres que pagan, a veces sumas semejantes a estudios superiores, exigen: ingles, computación y lectoescritura. Siempre me he preguntad por la urgencia de ésta última. ¿Tendrán en casa una biblioteca esperándoles? ¿O se trata de presumirle al vecino?
Los especialistas dicen que los jardines de niños es el espacio ideal para que los niños y las niñas aprendan competencias que los preparen a la vida; tiempo de aprender a socializar, a conocer sus posibilidades motrices, a jugar… en el juego se ponen las bases para sus futuras relaciones humanas. Tanta prisa por hacerlos grandes y el resto de la vida para buscar como recuperar al niño, a la niña interna a la que les faltaron besos, cantos, cuentos, alegría.
Derecho a que a las niñas, desde el inicio de su educación, se les presenten metas más altas que embarazarse en la secundaria. Derecho a recibir, en lugar de una barbie que la presione a ser anoréxica, una lupa que la invite a investigar; en lugar de entretener, estimular sus capacidades.
Derecho para los niños elijan el camino que su mente y corazón le indiquen. Abrir el estigma del “Éxito” mucho más allá de llenarnos de cosas que ocupan espacio, crean adicciones y empobrecen el horizonte. Derecho a que la televisión no mal informe a los jóvenes través de programas, como doce corazones, sobre lo que es el cortejo, el conocimiento de los otros: el noviazgo.
Derecho a que los adultos asuman su papel de liderazgo y conduzcan la nave con conciencia y compromiso. Analizar, participar, demandar, comprometerse. Los que tengan vocación para ser padres, adelante, los demás, los acompañamos y apoyamos, porque a final de cuentas, todos los niños y las niñas, los jóvenes son nuestros: son a los que les entregaremos la estafeta de nuestra cultura, de nuestra civilización.

Mérida Yucatán margarita_robleda@yahoo.com

Los otros derechos de los niños y de las niñas

MÉRIDA - Opinión. 05/06/2008

Otros derechos de los niños

Algunas ideas más

Por Margarita Robleda Moguel

Primero fue Olga Moguel de Derechos Humanos y ahora la diputada Bertha Pérez Medina quienes, amablemente, me han hecho llegar el documento con el cuadro de análisis y comparativo sobre las propuestas de ley de protección de niñas, niños y adolecentes del estado de Yucatán, que presentan para su aprobación, respectivamente, el PAN y el PRI, así como la propuesta ciudadana.Gracias, la democracia se construye entre todos y entre todas. Por mi parte, tengo algunas ideas, preocupaciones y preguntas que compartir. Partimos de que, como en botica, hay de todo. Para algunos, es de carácter urgente estipular leyes que aseguren casa, vestido y sustento, salud, educación, respeto y cultura. Para éstos y aquéllos, propongo que tendrían que haber, además, algunos otros derechos: Derecho a sentirse parte de una comunidad; a ser escuchado, a preguntar y que se le responda con la verdad; derecho a la esperanza de que, a pesar de todas las noticias amarillas, trabajando en conjunto y por el bien común, ¡saldremos adelante! Derecho a que sus maestros preparen sus clases más interesantes, y a que sus papás les den más tiempo, besos y abrazos, en lugar de lavar sus culpas de ausencias con regalos.Pero también, si hablamos de derechos, me pregunto: ¿y las obligaciones? Los niños y las niñas, los jóvenes tienen derecho a tener obligaciones. A crecer sabiéndose parte de una comunidad que cuenta con su compromiso y participación de acuerdo con su edad y posibilidades. Me pregunto cuánto les negamos al educarlos como centro del universo, que todo lo merecen, que no tienen que dar nada a cambio.Quiero hacer hincapié en que los niños y las niñas, los jóvenes tienen el derecho inalienable de contar con personal capacitado y respetuoso a la hora de hacer una denuncia ante la autoridad. Resulta inconcebible multiplicar el ultraje frente a trogloditas con licencia, que terminan dándole la razón al victimario por aquello de: “Ah, son usos y costumbres”.Hablar de derechos nos lleva a hablar del derecho que tienen nuestros hijos e hijas a tener límites que los ubiquen como parte de una familia, de una comunidad y, por supuesto, en su propio beneficio. De la misma manera que no les damos a nuestros hijos un cuchillo, tampoco le damos un carro, dinero y horario abierto cuando aún no tienen la capacidad de medir consecuencias. Derecho a soñar y a luchar por alcanzar sus sueños, en lugar de recibir y recibir sin siquiera haberlo deseado, sin el menos esfuerzo. Y después, ¿agradecimiento? ¿Cuál? Entiendo que la ley quiere proteger a los menores y prohíbe que trabajen. Pero me pregunto, ¿cuántos oficios y oportunidades de capacitación se han perdido por no poder trabajar de aprendices? ¿Cuál es la línea entre abuso y aprendizaje? El derecho a aprender a ser responsables de sí mismos tendría que estar incluido en el paquete.Derechos a que se les regalen cosas que a ellos les guste y no lo que a sus papás les hubiera gustado tener; derecho a tener más tiempo para jugar, para disfrutar el ocio creativo, en lugar de tantas clases vespertinas para cumplir las expectativas familiares; a que a las niñas las vistan de acuerdo con su edad y no de adolescentes.Derecho a tener metas más altas y modelos cercanos que los estimulen a alcanzar los valores universales. Derecho a tener información y orgullo de las raíces. Derecho a participar en el cuidado del planeta, nuestro único hogar. Derecho a la cercanía de los abuelos y sus cuentos, de las abuelas y sus recetas; a tíos y tías, primos y primas, de sangre o por elección; a más reuniones familiares, laboratorio natural para descubrir sus habilidades cantando, contando chistes, cocinando, declamando: conviviendo, sabiéndose parte importante de un todo. Derecho absoluto de ser aspirantes todos a la felicidad y, por último, al conocimiento de que ésta no se vende en las tiendas, aunque ellas lo pregonen a los cuatro vientos.Amarás y cuidarás a tus cachorros, a tus cachorras como a ti mismo.—
Mérida Yucatán.
margarita_robleda@yahoo.com

Coraza Corazón




MÉRIDA - Opinión. 28/08/2008

Para proteger a los hijos

Coraza juvenil
Por Margarita Robleda Moguel

Como un oasis en medio de tanta noticia desalentadora, tuve el gusto de ser testigo de la firma del convenio de Coraza Juvenil entre la representante de la Unicef, doña Susana Sottoli, y la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.La nota del Diario nos dice: “Según el Estudio Básico Comunidad Objetivo (EBCO) del Centro de Integración Juvenil, en los últimos cuatro años en Mérida y varios municipios del interior aumentó en forma considerable el consumo de drogas en ese rango de la población. De cada 10 personas que inciden en las adicciones, según el EBCO, 4.5 son menores de 25 años. Por otra parte, en 2006, las autoridades reportaron un aumento del 21% en la cantidad de adolescentes involucrados en conductas tipificadas como delictivas en relación con las cifras de 2005. Y 2007 reportó un aumento del 41% con respecto a 2006”.La solución no es tan sencilla. La desigualdad social, el desempleo, la falta de oportunidades son algunas de las causas. Pobres cachorros nuestros con esa maldición de consumismo que nos ha tocado padecer: maquinaria aterradora, atizando, día y noche, su necesidad de sobresalir a su vecino, con ropa de marca, “aunque sea pirata”, con el celular con más botoncitos, aunque nunca logró aprender a usar los del anterior; con, con, con...Recordé cuando la violencia imperaba en la colonia Cordemex y cómo doña Blanca de Rioseco, esposa del entonces director de la paraestatal, le pidió ayuda a la maestra María Alicia Martínez Medrano. En muy poco tiempo, los alumnos del Centro Cultural Cordemex, diseñado por la maestra, comenzaron a arrasar con los premios estatales e incluso llegaron a ganar nacionales en danza, música, deportes, artesanías, ajedrez y gimnasia, entre otros. Muy pronto entregaban más certificados de primarias y secundarias abiertas que las instituciones creadas para ese fin. Aún hoy, 30 años después, seguimos circulando por la vida cultural, como actores, músicos, bailarines y directores de teatro, alumnos de esos tiempos maravillosos que nos cambiaron la vida.Doña Ivonne habló de comenzar con seis sedes en el sur de la ciudad de Mérida. Espacios donde los jóvenes podrán encontrar cauce a sus inquietudes y desarrollar sus habilidades y talentos. Reflexionando sobre el tema, pensaba que los funcionarios encargados tienen dos caminos: uno, comprender la trascendencia del proyecto y comprometerse con pasión, como sentido de su vocación de servicio; el otro, entender que o le entramos todos o muy pronto tendremos que vivir en búnkeres sitiados por las pandillas que controlan el lugar. No hay de otra.Nuestros jóvenes están enfermos de falta de esperanza. Somos nosotros los adultos los que con nuestra queja constante, nuestra crítica a todo, se la hemos ido matando día a día. Nos quejamos de la falta de valores, pero somos nosotros los que con nuestra doble moral les vamos enseñando el caminito a mentir, abusar, discriminar y robar. Evadir impuestos, responsabilidades y compromisos es la “jactancia” del que se siente “exitoso”. Muchos jóvenes carecen de identidad porque nosotros se la hemos robado al esconder nuestras raíces mestizas y ponderar únicamente lo ajeno, lo extranjero; algunos no tienen límites, porque nosotros los engañamos al hacerles creer que son el ombligo del mundo, que todo lo merecen, que no tienen que dar nada a cambio.Coraza de corazón de todos nosotros para proteger a los cachorros de nuestra especie. Apoyemos el proyecto, hagámoslo nuestro. Participemos.Coraza que proteja el alma, el corazón y la mente de nuestros muchachos; que los fortalezca y los apoye para alcanzar lo mejor de ellos mismos. Coraza que deje afuera la droga, la ignorancia, la injusticia, la impunidad, las mentiras, la intolerancia, el miedo, la soledad.— Tlalpan, D.F.margarita_robleda@yahoo.com

Carta a Carlos Slim

COSQUILLAS AL CORAZON

CARTA A CARLOS SLIM

Margarita Robleda Moguel

Estimado don Carlos:
Esta rana vestida de niña, ha cantado durante 30 años para niños y niñas hasta los 112 años porque a los 113, como que nos cambia el carácter. Ud. me va a disculpar, pero esta rana ve cosas que aparentemente los demás no y tiene la suficiente curiosidad y libertad de preguntar en búsqueda del bien común.
¡Felicidades! Gracias a Ud. un mexicano encabeza la lista de los más ricos del mundo. Es tan baja la autoestima de nuestra gente, que les dicen guey, y voltean. Necesitamos oír que alguien de nosotros llegó. Las cifras, que dicen Ud. maneja, son inconcebibles para el tamaño de mis neuronas. Las preguntas brincan al igual que mis ancas. ¿Qué puede una persona comprar después de los primeros 100 millones de dólares? ¿De los Mil? Llega un momento en que la capacidad de asimilar colesterol esta saturada. ¿Cuántos coches se pueden manejar al mismo tiempo? ¿Cuántas casas se puede tener de las que se recuerde, sin equivocarse, su dirección? ¿Cuántas de ellas albergan su rincón especial, íntimo?
Cubiertas sus necesidades, los seres humanos, desde el inicio de los tiempos, dedicaron su esfuerzo a buscar la belleza, a mejorar su calidad de vida. Tengo la impresión de que Ud., y sus herederos de muchísimas generaciones, no tendrán que preocuparse por buscar el chivo. Así que, sin esas limitaciones en mente, reconozca que Ud. es uno de los poquísimos mexicanos que tienen la capacidad de transformar este país. ¡Máre! dirían en mi charca. ¡Qué afortunado! Lo invito a considerar que Ud. puede cambiar la historia de México utilizando esa capacidad tan prodigiosa, no por nada lo llaman rey Midas, para dejar una huella que diga que su paso por esta tierra no fue en balde.
Por lo que se, sus empresas son de servicio. ¿Quiénes serán sus clientes con tanto desempleo que se avecina? Urgen empresas productivas con visión comprometida con México, con el planeta. Alimentos, energías alternativas, tecnología de punta. Urge planeación a largo plazo e invertir en investigación y educación; en actividades que despierten al mexicano de la apatía en la que parece haberse atorado; que le recuperen al Caballero Águila que lleva dormido en el alma.
Pareciera que los partidos políticos sólo andan tras el hueso. Es la hora de los ciudadanos para luchar por el México que amamos. ¡Qué mejor manera de festejar el 15! En lugar de “hasta atrás”, ¡hasta adelante!
Lo invito a tomar conciencia de la trascendencia de sus posibilidades. Lo necesitamos urgentemente. ¡Gracias!
margarita_robleda@yahoo.com

Carta a Emilio Azcarraga Jean

COSQUILLAS AL CORAZON

CARTA A EMILIO AZCÁRRAGA JEAN
Margarita Robleda Moguel

Dicen que: “Hijo de tigre… pintito” y parece que con Ud., tuvieron razón. ¡Qué paquete le tocó! ¡Uf! Y así, de un día para el otro, al frente de semejante emporio. Seguramente las aves de mal agüero, hicieron sus predicciones fatalistas. Pero el “pintito”, salió avante: apago estrellas, encendió otras; estampó su sello y, como quiera que sea, Televisa siguió creciendo a pesar de los detractores.
Soy una rana vestida de niña que lleva más de 30 años de cantar y contar cuentos a los niños y a las niñas. Tranquilo, no busco trabajo. Gracias a Dios tengo más que suficiente dentro y fuera del país. Es la libertad de los años en los caminos y el amor a México lo que me impulsa a escribirle, como el mes pasado lo hice con Sr. Carlos Slim. En lugar de preocuparme, quiero ocuparme haciendo lo que se: ver cosas que aparentemente no son tan visibles para otros, quizás por las prisas y luces de neón. Así pues, veo políticos atorados en el hueso, veo demasiada tristeza a nuestro alrededor; veo que somos nosotros, los ciudadanos comprometidos con el país, los que lo impulsaran a salir adelante.
Seguramente Ud. es conciente del poder de su empresa. Es increíble que, un “guey” de otro rollo, les comparta a su público, la visión de sí mismo, y peor aun, que nuestros cachorros la hayan adoptado. México necesita tigres, panteras, hormigas, jaguares… ¿Qué podemos hacer?
Lo invito a participar en el rescate de nuestro país. Lo invito a hacer conciencia de la trascendencia de su programación. No se trata únicamente de ganar más dinero que otros gozarán, porque Ud. jamás podrá gastar el que ya tiene, a costa de adormecer a nuestra gente con chismes de sabanas, de engañar a los jóvenes sobre el cortejo, con esos doce corazones hormonales, de llenar sus espíritus de violencia, frustración, miedo, soledad, que tarde o temprano nos pasaran la factura.
Veo que a través de las telenovelas tocan temas de reflexión y lo felicito. En el pasado, campesinos sin estudios hablaban mucho mejor que algunos universitarios de hoy en día, porque los locutores de radio y televisión, tenían cultura y por lo tanto, un lenguaje mucho más variado y rico. ¿Ganamos o perdimos?
Lo invito a trascender en la historia de México. Saquemos juntos “al guey de la barranca”; que salga el Caballero Tigre que palpita en su corazón y que lo lance a participar en esta gran batalla cuyo beneficiario es, en primer lugar, México y por ende: nosotros. La violencia de nuestras calles es apenas la punta del iceberg. ¿Contamos con Ud.? margarita_robleda@yahoo