Cuentos, poemas, adivinanzas, preguntas, conferencias, cosquillas a las neuronas y al corazón
lunes, 8 de junio de 2009
¡Croack!
¡Croack!
¡Bienvenida! ¡Bienvenido!
Me entusiasma pensar que estas cosquillas circulen por el espacio cibernético. ¿Quién estará al otro lado? Espero que estos símbolos, a final de cuentas las letras eso son: símbolos, no sean como los grafitos con la información de un sólo lado. Siempre que los veo me pregunto: ¿Qué me querrá decir el autor? Quizás... ¿Me siento solo? ¿Hay alguien por ahí?
Espero que el asunto en este espacio sea de ida y vuelta, de ida y vuelta.
Cómo aprendiz de escribiente, tengo muchos cajones que las editoriales no tienen capacidad de traducir en libros. Los árboles estarán contentos de que en su lugar escriba en la pizarra del universo estos pensamientos, preguntas, risas, dudas, entripados y ternuras.
Estoy muy divertida aprendiendo otra manera de comunicarme. Seguiremos en contacto.
Por favor dejame tu dirección de mail para poderte responder. ¡Gracias!
¡Croack!
Margarita
martes, 2 de junio de 2009
CON MELON O CON SANDIA
Margarita Robleda Moguel
“A la víbora, víbora de la mar, de la mar, por aquí pueden pasar, los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán, tras, tras, tras…”
No creo que el pueblo sea el de adelante, más bien, cómo se ven las cosas, cada vez nos estamos quedando más atrás, tras, tras.
¿A quién le vas? ¿A melón o a sandía? ¿Hay alguna diferencia? ¿Por quién vamos a votar? ¿Por los más guapos, guapas? ¿Por el especialista que les dio su ayudadita en photoshop? ¿Por los que dan las tortas más ricas? ¿Los que hacen más ruido? Las propuestas se calcan, igual que la exhibición de basura. Unos y otros se desacreditan, sin darse cuenta que al hacerlo nos quitan las ganas de ir a votar. ¿Será que eso quieren?
El problema viene desde el inicio. Desde su selección para representar a su partido. En este virus de desconfianza que nos enferma, uno no sabe si fueron elegidos por compromisos con los grupos, por presiones, como premios, por parentesco, por buscar el control, porque si, porque no… lo que sí no queda muy claro, es si fue por su capacidad, preparación, por su compromiso con el estado, con México. Los elegidos serán los responsables de promover y defender leyes que beneficien al estado, al país, que nos fortalezcan e estimulen a crecer. Tendrán el compromiso de luchar contra los que buscan imponer únicamente el beneficio de unos pocos. ¿Serán consientes de ello? ¿O únicamente buscan las ventajas del puesto, el salario y prestaciones, la promoción para brincar al siguiente escalón?
Hace unos días volé a Chicago invitada por una feria del libro en español. En el aeropuerto del Distrito Federal me pasaron por una pantalla para medirme la temperatura y constatar mi buena salud. ¡Esa sería la solución! Me dije. En tiempos electorales, necesitamos una maquina medidora de integridad. Tan sencillo como eso. ¡Basta de tantas mentiras! ¡Basta de diseñadores de imagen! Con este aparato, los votantes sabríamos exactamente por quién estamos votando. Ya ven lo que dijo Miguel de la Madrid, de cómo estaba arrepentido por haber elegido a Salinas de Gortari como sucesor, que realmente no lo conocía, que nunca imagino lo que haría, y sobre todo, hasta dónde llegó su hermano. Si a esas vamos, quizás tendríamos que incluir el pasar por la maquina a los parientes cercanos. Claro que luego habría algunas sorpresas, como los Bribiesca que llegaron a serlo después de la elección. De haberlos “calado” antes, nos hubiéramos ahorrado un buen de millones y corajes por la impotencia de la impunidad.
Señores candidatos y candidatas. La verdad, es que no sabemos por quién votar. Quisiéramos ver su rostro verdadero, que nos hablen de corazón a corazón, de inteligencia a inteligencia. Nos alentaría mucho saber que se preparan para una labor tan difícil como es legislar. Que toman cursos sobre ética, filosofía, economía, historia de México, de Yucatán y la riqueza de sus culturas; de la maya, más allá del comercial promotor de turismo. Que se preparan para integrar al país en un mundo cada vez más pequeño y competitivo, con información, visión, independencia, solidaridad y compromiso. Qué más allá de las propuestas inmediatas, no podemos perder de vista la planeación a largo plazo en educación, investigación científica y promoción tecnológica; aprovechamiento de las energías limpias. Es increíble el nivel de riqueza que poseemos y al mismo tiempo, la pobreza que nos agobia. ¿Cuándo comenzaremos a aprovechar la fuerza de nuestro sol, de nuestro aire, de los millones de kilómetros de tierras abandonadas por falta de capacitación, de apoyos más allá de la foto promocional del gobernante en turno?
Si así lo hicieran… entonces sí, con nuestro voto razonado y Uds. al frente, que nadie, nadie, se quede atrás, tras, tras.
margarita_robleda@yahoo.com
Margarita Robleda Moguel
“A la víbora, víbora de la mar, de la mar, por aquí pueden pasar, los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán, tras, tras, tras…”
No creo que el pueblo sea el de adelante, más bien, cómo se ven las cosas, cada vez nos estamos quedando más atrás, tras, tras.
¿A quién le vas? ¿A melón o a sandía? ¿Hay alguna diferencia? ¿Por quién vamos a votar? ¿Por los más guapos, guapas? ¿Por el especialista que les dio su ayudadita en photoshop? ¿Por los que dan las tortas más ricas? ¿Los que hacen más ruido? Las propuestas se calcan, igual que la exhibición de basura. Unos y otros se desacreditan, sin darse cuenta que al hacerlo nos quitan las ganas de ir a votar. ¿Será que eso quieren?
El problema viene desde el inicio. Desde su selección para representar a su partido. En este virus de desconfianza que nos enferma, uno no sabe si fueron elegidos por compromisos con los grupos, por presiones, como premios, por parentesco, por buscar el control, porque si, porque no… lo que sí no queda muy claro, es si fue por su capacidad, preparación, por su compromiso con el estado, con México. Los elegidos serán los responsables de promover y defender leyes que beneficien al estado, al país, que nos fortalezcan e estimulen a crecer. Tendrán el compromiso de luchar contra los que buscan imponer únicamente el beneficio de unos pocos. ¿Serán consientes de ello? ¿O únicamente buscan las ventajas del puesto, el salario y prestaciones, la promoción para brincar al siguiente escalón?
Hace unos días volé a Chicago invitada por una feria del libro en español. En el aeropuerto del Distrito Federal me pasaron por una pantalla para medirme la temperatura y constatar mi buena salud. ¡Esa sería la solución! Me dije. En tiempos electorales, necesitamos una maquina medidora de integridad. Tan sencillo como eso. ¡Basta de tantas mentiras! ¡Basta de diseñadores de imagen! Con este aparato, los votantes sabríamos exactamente por quién estamos votando. Ya ven lo que dijo Miguel de la Madrid, de cómo estaba arrepentido por haber elegido a Salinas de Gortari como sucesor, que realmente no lo conocía, que nunca imagino lo que haría, y sobre todo, hasta dónde llegó su hermano. Si a esas vamos, quizás tendríamos que incluir el pasar por la maquina a los parientes cercanos. Claro que luego habría algunas sorpresas, como los Bribiesca que llegaron a serlo después de la elección. De haberlos “calado” antes, nos hubiéramos ahorrado un buen de millones y corajes por la impotencia de la impunidad.
Señores candidatos y candidatas. La verdad, es que no sabemos por quién votar. Quisiéramos ver su rostro verdadero, que nos hablen de corazón a corazón, de inteligencia a inteligencia. Nos alentaría mucho saber que se preparan para una labor tan difícil como es legislar. Que toman cursos sobre ética, filosofía, economía, historia de México, de Yucatán y la riqueza de sus culturas; de la maya, más allá del comercial promotor de turismo. Que se preparan para integrar al país en un mundo cada vez más pequeño y competitivo, con información, visión, independencia, solidaridad y compromiso. Qué más allá de las propuestas inmediatas, no podemos perder de vista la planeación a largo plazo en educación, investigación científica y promoción tecnológica; aprovechamiento de las energías limpias. Es increíble el nivel de riqueza que poseemos y al mismo tiempo, la pobreza que nos agobia. ¿Cuándo comenzaremos a aprovechar la fuerza de nuestro sol, de nuestro aire, de los millones de kilómetros de tierras abandonadas por falta de capacitación, de apoyos más allá de la foto promocional del gobernante en turno?
Si así lo hicieran… entonces sí, con nuestro voto razonado y Uds. al frente, que nadie, nadie, se quede atrás, tras, tras.
margarita_robleda@yahoo.com
Reintegro
NOMAS ME PREGUNTO
REINTEGRO
Margarita Robleda Moguel
¡Ay comadrita! “La mula no era arisca”. Será cosa de la edá o de tanta decepción, pero, ¿sabe Ud.? Me he vuelto como más desconfiada, más rejega; ya no me la creo tan fácil ni me cuezo al primer hervor. Yo, la verdá, nomas me pregunto: Eso de la calentura de pollo que está dando, ¿será verdá o de a pinocho, pero inflada? ¿No será como dicen de las torres gemelas que las tiraron los mismitos gringos para que su Bush de cabecera subiera su popularidad? ¿Será que ese fulano de la lotería se sacó reintegro? ¿Qué hubiera pasado si no nos llega la fiebre…? ¿Cómo le dicen? Ah sí, porcina, que a mí, la verdá, me suena como a: “por si” esto, o “por si” aquello; “por si” no podemos parar la avalancha de cuestionamientos que le hizo el Diario de Yucatán a los Mouriño, a los de Pan, ¿a los Pinos? ¿Quién gana con tanto miedo? ¿Será que nos muramos toditos por la influenza mentada o de la angustia de “por si” nos da? A nosotros, la influenza nos mata y al susodicho del reintegro las campanas de la influencia lo salvan. ¡Ay!
Dicen que ya se murieron 20… yo, la verdá, nomas me pregunto: ¿Cuántos difuntitos llevamos con la guerra de los narcos? Sólo ayer fueron 22. ¿Cuántos se mueren a diario de cáncer en los pulmones, de todo tipo de enfermedá, de sida… de hambre; de puritita tristeza colgados de un hamaquero? ¿De trancazos y trompadas en las meritas casas? ¿Cuánto muchachitos andan estampando sus coches por aburrimiento, soledá? ¿Dónde están los anuncios pa que nos expliquen cómo queramos más? ¿Dónde, pa que nos digan qué hacer con tanto plástico, con tanta basura? ¿Dónde están las clases que les enseñen a los políticos a portarse bien?
Ay comadrita de mi alma, disculpe Ud. tanta platicada, pero ¿sabe Ud.? Yo francamente, ya no quiero estar mirando y mirando, calladita, así que, por lo menos, nomas me pregunto: ¿todo esto será por las porquerías que les dan de comer a los cochinos para que les cuesten menos criarlos? ¿Será por las compañías que hacen las medicinas, inventan la enfermedá igual que la vacuna? ¿Será que a alguien le interese tenernos a toditos muertos de miedo? ¿Será que nos muramos de catarro o hambre porque no nos dejan trabajar? ¿Será…? Será el sereno… Pos a saber, pero yo, por si las moscas, nomas me pregunto.
margarita_robleda@yahoo.com Mérida Yuc.
REINTEGRO
Margarita Robleda Moguel
¡Ay comadrita! “La mula no era arisca”. Será cosa de la edá o de tanta decepción, pero, ¿sabe Ud.? Me he vuelto como más desconfiada, más rejega; ya no me la creo tan fácil ni me cuezo al primer hervor. Yo, la verdá, nomas me pregunto: Eso de la calentura de pollo que está dando, ¿será verdá o de a pinocho, pero inflada? ¿No será como dicen de las torres gemelas que las tiraron los mismitos gringos para que su Bush de cabecera subiera su popularidad? ¿Será que ese fulano de la lotería se sacó reintegro? ¿Qué hubiera pasado si no nos llega la fiebre…? ¿Cómo le dicen? Ah sí, porcina, que a mí, la verdá, me suena como a: “por si” esto, o “por si” aquello; “por si” no podemos parar la avalancha de cuestionamientos que le hizo el Diario de Yucatán a los Mouriño, a los de Pan, ¿a los Pinos? ¿Quién gana con tanto miedo? ¿Será que nos muramos toditos por la influenza mentada o de la angustia de “por si” nos da? A nosotros, la influenza nos mata y al susodicho del reintegro las campanas de la influencia lo salvan. ¡Ay!
Dicen que ya se murieron 20… yo, la verdá, nomas me pregunto: ¿Cuántos difuntitos llevamos con la guerra de los narcos? Sólo ayer fueron 22. ¿Cuántos se mueren a diario de cáncer en los pulmones, de todo tipo de enfermedá, de sida… de hambre; de puritita tristeza colgados de un hamaquero? ¿De trancazos y trompadas en las meritas casas? ¿Cuánto muchachitos andan estampando sus coches por aburrimiento, soledá? ¿Dónde están los anuncios pa que nos expliquen cómo queramos más? ¿Dónde, pa que nos digan qué hacer con tanto plástico, con tanta basura? ¿Dónde están las clases que les enseñen a los políticos a portarse bien?
Ay comadrita de mi alma, disculpe Ud. tanta platicada, pero ¿sabe Ud.? Yo francamente, ya no quiero estar mirando y mirando, calladita, así que, por lo menos, nomas me pregunto: ¿todo esto será por las porquerías que les dan de comer a los cochinos para que les cuesten menos criarlos? ¿Será por las compañías que hacen las medicinas, inventan la enfermedá igual que la vacuna? ¿Será que a alguien le interese tenernos a toditos muertos de miedo? ¿Será que nos muramos de catarro o hambre porque no nos dejan trabajar? ¿Será…? Será el sereno… Pos a saber, pero yo, por si las moscas, nomas me pregunto.
margarita_robleda@yahoo.com Mérida Yuc.
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