COSQUILLAS AL CORAZÓN
VIOLENCIA ES
CONSECUENCIA
Margarita Robleda
Moguel
Durante el VIII Festival
Internacional de Educación para la Vida, realizado en agosto en Quetzaltenango,
Guatemala, tuvimos la Caminata por la Vida por las calles de la ciudad. El objetivo:
compartir con la ciudadanía los frutos del festival: la alegría, la
creatividad, la búsqueda de la justicia, el cuidado del Medio Ambiente, la
solidaridad y el orgullo de las raíces, entre otros. Mi participación consistía
en decirle a las personas que se asomaban por las puertas de oficinas y
comercios: “Más abrazos, menos balazos. ¿Quiere uno?”. Nadie me dijo que no,
pero muchos no sabían cómo hacerlo; todos terminaban agradeciéndolo y muchos
hasta me despedían con bendiciones.
La violencia no es gratuita, es
una consecuencia. La mayoría de las personas están enojadas. La presión de los
medios por consumir, nos está drenando el alma. Las injusticias nos ultrajan,
el silencio sobre la realidad no corroe. Por otro lado: ¿Cuándo platicamos de
cosas de nosotros, de nosotras: de la vida, de los sueños, de la esperanza? ¿Cuándo nos
damos tiempo para el apapacho, o amamacho, según sea el caso? Todo es presión,
correr, atropellar… quejarse. ¿Cuándo, agradecer?
Nuestro país es un hervidero. La
falta de claridad en cuestiones electorales provocan desazón, la desazón,
enojo, el enojo… nos mete en problemas.
La economía no puede estar por encima de la justicia, las personas son
más importantes que las mercancías, los sentimientos de las personas importan.
La violencia es simplemente consecuencia y mientras sigamos trabajando
únicamente para enfrentar lo inmediato sin tomar en cuenta lo importante… ésta
crecerá. No podemos seguir festejando el 15 de septiembre “hasta atrás”,
pongámonos “hasta el frente” y comprometámonos con México y el Planeta, con el
bien común.