Cuentos, poemas, adivinanzas, preguntas, conferencias, cosquillas a las neuronas y al corazón
miércoles, 30 de diciembre de 2009
¡Bienvenido 2010!
miércoles, 16 de diciembre de 2009
¿Dónde quedó el Niño?
Me paro en la puerta
me quito el sombrero,
porque en esta casa vive
caballero.
Vive un caballero, vive un general
pedimos permiso para comenzar.
Naranjas y limas,
limas y limones
aquí esta la reina de todas las flores.
En un jacalito de cal y de arena
nació Jesucristo para Nochebuena.
A la media noche
un gallo cantó y en su canto dijo
ya Cristo nació.
Zacatito verde
lleno de rocio,
el que no se tapa,
se muere de frío.
Y dependiendo si le dan algo, le cantan:
Ya se va la Rama
muy agradecida
porque en esta casa
fue bien recibida.
Pasen buenas noches,
así les deseamos,
Pasen buenas noches
nosotros nos vamos.
Si no le dan...
Ya se va la Rama
con patas de araña
porque en esta casa
no le dieron nada.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Gira Bordando Campeche
La invitación fue a reconocerse. Si no me reconozco, no soy capaz de reconocerte. Si no te reconozco, te pongo piedritas para que caigas. Al reconocernos, perdemos el temor de que: ocupes mi puesto, expongas mi ignorancia y tantas etceteras. Sí queremos salir del bache, no hay de otra, tenemos reconocernos, darnos la mano y juntos, lograremos algo mejor que esta porquería que nos quieren vender.
En esta gira visitamos Calkiní, Hecelchakan, Tenabo, Hopelchen, Calakmul, Escarcega y Champotón. El 23 de noviembre reanudamos con Palizada, Candelaria, Cdad del Carmen y cerramos en la bellísíma ciudad de las muralla: Campeche.
Las fotos de collage, las he ido tomando en distintos viajes: Campeche a travéz de mis ojos amorosos.
martes, 13 de octubre de 2009
Las maravillas de las islas Galápagos
Cuando respondía a la pregunta de: ¿vas a ir sola a las islas Galapagos? mi respuesta arrancaba sonrisas: "¡No voy sola! Voy a ir conmigo misma y con unos amigos y amigas a los que conoceré ahí". Las espectativas fueron superadas. No sólo conocí a unos amigos y amigas ahi, como Mónica, Katti, Rebeca, Lenin... descubrí a unos seres humanos maravillosos que cuidan su isla con amor y ternura, con inmenso respeto a la naturaleza, con mucha alegría.
En todo se gana y se pierde: perdí el miedo a ir conmigo misma a recorrer el mundo y gané nuevos amigos, familia en las islas Galapagos, que quizas porque descubrí que compartimos uso horario, Galápagos y natal Yucatán, porque sí o porque no... ¡me sentí en casa!
miércoles, 19 de agosto de 2009
Ultimas noticias...
Previo al festival, asistimos a una ceremonia maya para pedirle permiso a la Madre Tierra, y por supuesto, para agradecer, una, dos, tres y cuatro veces al Corazón de la Tierra, al Corazón del Cielo, el enorme regalo de reconocernos criaturas, de reconocernos en camino, en proceso, con la conciencia muy clara de que sólo juntos y juntas podremos aprender a remar en una sóla dirección que beneficie a todos y a todas.
lunes, 8 de junio de 2009
¡Croack!
¡Croack!
¡Bienvenida! ¡Bienvenido!
Me entusiasma pensar que estas cosquillas circulen por el espacio cibernético. ¿Quién estará al otro lado? Espero que estos símbolos, a final de cuentas las letras eso son: símbolos, no sean como los grafitos con la información de un sólo lado. Siempre que los veo me pregunto: ¿Qué me querrá decir el autor? Quizás... ¿Me siento solo? ¿Hay alguien por ahí?
Espero que el asunto en este espacio sea de ida y vuelta, de ida y vuelta.
Cómo aprendiz de escribiente, tengo muchos cajones que las editoriales no tienen capacidad de traducir en libros. Los árboles estarán contentos de que en su lugar escriba en la pizarra del universo estos pensamientos, preguntas, risas, dudas, entripados y ternuras.
Estoy muy divertida aprendiendo otra manera de comunicarme. Seguiremos en contacto.
Por favor dejame tu dirección de mail para poderte responder. ¡Gracias!
¡Croack!
Margarita
martes, 2 de junio de 2009
Margarita Robleda Moguel
“A la víbora, víbora de la mar, de la mar, por aquí pueden pasar, los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán, tras, tras, tras…”
No creo que el pueblo sea el de adelante, más bien, cómo se ven las cosas, cada vez nos estamos quedando más atrás, tras, tras.
¿A quién le vas? ¿A melón o a sandía? ¿Hay alguna diferencia? ¿Por quién vamos a votar? ¿Por los más guapos, guapas? ¿Por el especialista que les dio su ayudadita en photoshop? ¿Por los que dan las tortas más ricas? ¿Los que hacen más ruido? Las propuestas se calcan, igual que la exhibición de basura. Unos y otros se desacreditan, sin darse cuenta que al hacerlo nos quitan las ganas de ir a votar. ¿Será que eso quieren?
El problema viene desde el inicio. Desde su selección para representar a su partido. En este virus de desconfianza que nos enferma, uno no sabe si fueron elegidos por compromisos con los grupos, por presiones, como premios, por parentesco, por buscar el control, porque si, porque no… lo que sí no queda muy claro, es si fue por su capacidad, preparación, por su compromiso con el estado, con México. Los elegidos serán los responsables de promover y defender leyes que beneficien al estado, al país, que nos fortalezcan e estimulen a crecer. Tendrán el compromiso de luchar contra los que buscan imponer únicamente el beneficio de unos pocos. ¿Serán consientes de ello? ¿O únicamente buscan las ventajas del puesto, el salario y prestaciones, la promoción para brincar al siguiente escalón?
Hace unos días volé a Chicago invitada por una feria del libro en español. En el aeropuerto del Distrito Federal me pasaron por una pantalla para medirme la temperatura y constatar mi buena salud. ¡Esa sería la solución! Me dije. En tiempos electorales, necesitamos una maquina medidora de integridad. Tan sencillo como eso. ¡Basta de tantas mentiras! ¡Basta de diseñadores de imagen! Con este aparato, los votantes sabríamos exactamente por quién estamos votando. Ya ven lo que dijo Miguel de la Madrid, de cómo estaba arrepentido por haber elegido a Salinas de Gortari como sucesor, que realmente no lo conocía, que nunca imagino lo que haría, y sobre todo, hasta dónde llegó su hermano. Si a esas vamos, quizás tendríamos que incluir el pasar por la maquina a los parientes cercanos. Claro que luego habría algunas sorpresas, como los Bribiesca que llegaron a serlo después de la elección. De haberlos “calado” antes, nos hubiéramos ahorrado un buen de millones y corajes por la impotencia de la impunidad.
Señores candidatos y candidatas. La verdad, es que no sabemos por quién votar. Quisiéramos ver su rostro verdadero, que nos hablen de corazón a corazón, de inteligencia a inteligencia. Nos alentaría mucho saber que se preparan para una labor tan difícil como es legislar. Que toman cursos sobre ética, filosofía, economía, historia de México, de Yucatán y la riqueza de sus culturas; de la maya, más allá del comercial promotor de turismo. Que se preparan para integrar al país en un mundo cada vez más pequeño y competitivo, con información, visión, independencia, solidaridad y compromiso. Qué más allá de las propuestas inmediatas, no podemos perder de vista la planeación a largo plazo en educación, investigación científica y promoción tecnológica; aprovechamiento de las energías limpias. Es increíble el nivel de riqueza que poseemos y al mismo tiempo, la pobreza que nos agobia. ¿Cuándo comenzaremos a aprovechar la fuerza de nuestro sol, de nuestro aire, de los millones de kilómetros de tierras abandonadas por falta de capacitación, de apoyos más allá de la foto promocional del gobernante en turno?
Si así lo hicieran… entonces sí, con nuestro voto razonado y Uds. al frente, que nadie, nadie, se quede atrás, tras, tras.
margarita_robleda@yahoo.com
Reintegro
REINTEGRO
Margarita Robleda Moguel
¡Ay comadrita! “La mula no era arisca”. Será cosa de la edá o de tanta decepción, pero, ¿sabe Ud.? Me he vuelto como más desconfiada, más rejega; ya no me la creo tan fácil ni me cuezo al primer hervor. Yo, la verdá, nomas me pregunto: Eso de la calentura de pollo que está dando, ¿será verdá o de a pinocho, pero inflada? ¿No será como dicen de las torres gemelas que las tiraron los mismitos gringos para que su Bush de cabecera subiera su popularidad? ¿Será que ese fulano de la lotería se sacó reintegro? ¿Qué hubiera pasado si no nos llega la fiebre…? ¿Cómo le dicen? Ah sí, porcina, que a mí, la verdá, me suena como a: “por si” esto, o “por si” aquello; “por si” no podemos parar la avalancha de cuestionamientos que le hizo el Diario de Yucatán a los Mouriño, a los de Pan, ¿a los Pinos? ¿Quién gana con tanto miedo? ¿Será que nos muramos toditos por la influenza mentada o de la angustia de “por si” nos da? A nosotros, la influenza nos mata y al susodicho del reintegro las campanas de la influencia lo salvan. ¡Ay!
Dicen que ya se murieron 20… yo, la verdá, nomas me pregunto: ¿Cuántos difuntitos llevamos con la guerra de los narcos? Sólo ayer fueron 22. ¿Cuántos se mueren a diario de cáncer en los pulmones, de todo tipo de enfermedá, de sida… de hambre; de puritita tristeza colgados de un hamaquero? ¿De trancazos y trompadas en las meritas casas? ¿Cuánto muchachitos andan estampando sus coches por aburrimiento, soledá? ¿Dónde están los anuncios pa que nos expliquen cómo queramos más? ¿Dónde, pa que nos digan qué hacer con tanto plástico, con tanta basura? ¿Dónde están las clases que les enseñen a los políticos a portarse bien?
Ay comadrita de mi alma, disculpe Ud. tanta platicada, pero ¿sabe Ud.? Yo francamente, ya no quiero estar mirando y mirando, calladita, así que, por lo menos, nomas me pregunto: ¿todo esto será por las porquerías que les dan de comer a los cochinos para que les cuesten menos criarlos? ¿Será por las compañías que hacen las medicinas, inventan la enfermedá igual que la vacuna? ¿Será que a alguien le interese tenernos a toditos muertos de miedo? ¿Será que nos muramos de catarro o hambre porque no nos dejan trabajar? ¿Será…? Será el sereno… Pos a saber, pero yo, por si las moscas, nomas me pregunto.
margarita_robleda@yahoo.com Mérida Yuc.
lunes, 4 de mayo de 2009
Ni una más...
¿Dónde comienza esta historia de dolor entre los hombres y las mujeres? La violencia, sin fronteras, se multiplica. ¿Cuántas son las muertas de Juaréz? ¿Y las de Oaxaca, las de Chiapas, las del Estado de México... las mujeres de mi tierra natal, Yucatán? ¿Las de tántos países que aun hoy en día viven el mal trato físico, emocional, psicológico... impunemente? ¿Por dónde se comienza? Quizás hablando más de ello, reconocernos personas que merecemos respeto, denunciando el abuso, educando a los hijos e hijas en equidad de género.
Ese "atiende a tu hermano...", es cortarle las alas, hacerlo debil, fragilidad que tendrá que esconder detras del grito, el manotazo. Cuando tengo oportunidad, les digo a los padres de familia: "Tenemos que enseñar a nuestro hijo a atenderse, para que no se tenga que casar, a nuestra niña a mantenerse, para que no se tenga que casar, que nadie se tenga que casar, que el que lo haga es porque encontró un complice con quien compartir la vida".
Estas son algunas reflexiones en voz alta... y tu ¿qué piensas?
domingo, 25 de enero de 2009
Postdata a los Reyes
Postdata para los Reyes...
Sin límite de géneros
Por Margarita Robleda Moguel
Posdata: Queridos Reyes magos: Sí, ya sé que no fueron reyes, ni magos ni siquiera tres. Pero tampoco yo soy una niña vestida de rana, así que sigamos jugando al Chentutuz, que le da a nuestra vida diaria la urgente cucharada de fantasía que nos aligera tantito el morral de la neurosis.
Hace unos días tuve la fortuna de ir a Valladolid y participar en mi primer jetz mek, ancestral ceremonia maya que aún se practica en el interior de Yucatán. En ella, mientras caminan en círculos, los padrinos les van dando a los ahijados, según el género, herramientas para enfrentar la vida. Mi amiga Candi May, incansable promotora de la lectura y de la cultura maya, le dio a su ahijado el Popol Vuh y un libro con los derechos de los pueblos mayas. Pensé que tendrían que haberle añadido una muñeca, pues, independientemente de si decide ser o no papá, el varón necesita aprender a dejar fluir su ternura en beneficio propio y el ajeno.
Así pues, mis estimables reyes, sin limitarme a los géneros, les pido lo siguiente:
Martillo, para romper todos los candados y rejas que me amarran, me atan. Ya sea exteriores como el miedo al qué dirán, como interiores: terror a equivocarme, entre otros.
Tijeras, para cortar el egoísmo de creerme el centro del mundo, que todo lo merezco, que todo debe girar alrededor mío. Estas tijeras deben estar muy afiladas para cortar también, desde la raíz, la intolerancia. Quiero aprender a reconocer que somos diferentes y que las diferencias nos enriquecen.
Cinta métrica, para medir las consecuencias y hacerme responsable de ellas. Yo no puedo decir “se cayó el vaso”. Tengo que aprender a responder: se me cayó a mí. Quiero medir la fuerza de mis palabras. Tomar conciencia de que con ellas puedo encumbrar o destruir.
Una calabaza llena de agua me recordará lo que es vital; lo esencial de lo superfluo, lo importante de lo inmediato, lo valioso de lo caro, lo que es auténtico entre tanta marcada, cual ganado vacuno, de marca. Me invitará a buscar gente con pozo profundo para intercambiar nuestras aguas frescas, distintas, estimulantes, únicas y evitar las pequeñas charcas de agua estancada de tantas quejas y reclamos, de tanto juicio a las vidas ajenas.
Una lupa que mantenga mi curiosidad alerta, que me ayude a seguir las pistas que me llevarán, como en un rally, a la siguiente etapa.
Una vela, para mantener encendida la esperanza, a pesar de tanto viento de tristeza, apatía, desinterés que sopla en derredor. Esperanza que se construye cada día en la creencia de que aún somos capaces de recuperar nuestra esencia humana.
Un espejo, para mirarme como realmente soy y cómo podría llegar a ser si logro despojarme de tanta prisa, tantas necesidades aprendidas, tanta superficialidad, tanto enojo, tanta frustración, tanto tanto que me roba la vida.
Una ventana, para descubrir que el mundo es mucho más amplio que el perímetro de mi casa, mi familia, mi ciudad, mi conocimiento, formación, gustos, tradiciones, cultura, forma de ver la vida. Que el universo es contenedor de universos sin fin y todos ellos pueden estar en el corazón de una persona.
Una puerta, para mantenerla siempre abierta. Nunca se sabe cuándo una palabra, un gesto, un hecho, un libro, una persona... nos puede cambiar la vida.
Gracias, queridos, aunque no sean reyes, ni magos ni siquiera tres, de parte de una que ni es niña ni tampoco rana, pero que, así como ustedes, deambula por la vida en busca de una estrella que un día nos guiñó el ojo y después de eso las cosas nunca volvieron a ser igual.—
Mérida, Yucatán.
margarita_robleda@yahoo.com
Querido 2009
Margarita Robleda Moguel
¡Bienvenido! Como seguramente ya sabes, la gente está muy preocupada con tu llegada. Las noticias y rumores dicen que vienes “horripilante”. El tucho, el coco y la mano peluda se quedan chicos frente a tu poder desestabilizador. Bueno, hasta la abuelita de Chucky resulta Caperucita Roja comparada contigo.
Y yo, como ya perdí la inocencia, en lugar de preocuparme intento ocuparme; trato de analizar para entender; buscar respuestas, seguir preguntando, participar.
Estoy confundida. Puedo entender que las empresas y los dueños del dinero quieran ganar. Lo que no me cabe en la cabeza es que con tanto dinero no tengan un asesor visionario que los cuestione: “Oye, ¿A dónde piensas ir a gastártelo? ¿A otro país? ¿Cuál te gusta? ¿A otro planeta?”
Sigo preguntando. ¿A dónde irán los miles de empleados que echan a las calles las empresas para preparar tu llegada? Seguramente lo hicieron sin razonarlo demasiado, siguiendo, al pie de la letra, el librito de los gurús de Wall Street. Ese que dice: negocio es negocio y lo que le toca al hombre de éxito es proteger sus canicas a costa de lo que sea. Basta leer el Diario, para saber a dónde llegaron ellos con esa manera de pensar.
Esas empresas que andan haciendo recortes para no salir raspadas… no alcanzan vislumbrar que estamos en el mismo barco; que existen una gran infinidad de matices entre el blanco y el negro. Que si bien es cierto que como empresarios es comprensible que aspiren a ganar, ese ganar no tendría que medirse únicamente en la cantidad de dineros que acumulan en las cuentas bancarias de sus paraísos fiscales; la ganancia también tendría que cuantificarse por la calidad de vida de la comunidad que habitan. La paz como fruto de la justicia: la libertad.
¿De que nos sirve tener nuestros libros en números en negro si las calles están en rojo? Las empresas que cercenan su planta laboral no toman en cuenta a sus posibles consumidores y, a final de cuentas, las medidas serán en contra de ellas mismas.
¿Qué pasa si en lugar de ganar ganar, a costa de lo que sea, ganamos todos manteniendo al país en movimiento? Con honestidad y compromiso cada quien en su trinchera. La parálisis no nos llevará a ninguna parte; el movimiento, en cambio, nos mantendrá vivos; nos permitirá fortalecernos de la crisis; y en la resilencia, crecer.
¿De qué nos sirven las graficas exitosas en un país destruido por el desempleo y la violencia; desunido y a la deriva? Campo fértil, a la larga y a la corta, para todo tipo de desordenes que luego… ¿Quién podrá detener?
¿Ganar para perder? ¿Perder para ganar? ¿Qué pasa si un par de años no tenemos las ganancias que acostumbramos? ¿Si nos mueven de lugar en la lista de Forbes? ¿Si gracias a ello mantenemos el barco a flote? ¿Si sobrevivimos? ¿Si creamos esperanza y unión en lugar de tanto egoísmo y desaliento? ¿Si tejemos alianzas solidarias, de verdad, sin tanto bla, bla? ¿Si promovemos la trasparencia y buscamos el bien común?
¿Cómo mandar el mensaje, querido 2009, de que sólo juntos, ¡Xuxes! Comprometidos y solidarios saldremos adelante?
El Planeta, el Continente Americano, México, Yucatán, mi comunidad, mi familia y yo merecemos mucho más que esta prisa, estas ansias por tener, esta frivolidad de casino, este “ahí se va”; tanta basura, tantas mentiras, tanta falta de compromiso; tantos derechos humanos sin humanos derechos; esta insatisfacción, estos miedos, estas tristezas.
Bienvenido seas 2009, tu llegada renueva mi esperanza de que, quizás, aun estemos a tiempo de cambiar, de recuperar nuestra esencia humana. ¡Borrón y cuenta nueva! El año se presenta nuevecito para escribir nuestra historia. Las palabras claves tendrían que ser: nosotros, juntos, todos; reducir, reparar y reciclar; convivir, compartir, aprender, planear, comprometerse y disfrutar.
Entonces sí, feliz 2009.
margarita_robleda@yahoo.com